Hoy sin embargo sí que quiero ofrecer mi punto de vista y lo quiero hacer mirando hacia adelante, por difícil que pueda parecer. "Se veía venir" o "ya lo dije yo" son frases completamente inútiles hoy y será la Justicia quien tenga que dilucidar las responsabilidades que procedan. No es mi tarea.
La crudeza de lo acaecido ayer en Huesca debe ser un punto de inflexión para que todos arrimemos el hombro. Es fácil generalizar o impersonalizar en las administraciones y redactarles las listas de tareas pendientes- que las tienen. Sin embargo, es tarea de todos la lucha activa contra pequeños actos en nuestro entorno que pueden desembocar en grandes tragedias. Dejando de lado la responsabilidad que cada uno hemos de asumir en nuestros actos, quien más quien menos tenemos la oportunidad de invitar a un amigo o conocido a que - aunque se enfade- no coja el coche después de beber, censurar a quienes se jactan de estúpidas gestas al volante en forma de velocidad o de maniobras macabras, o de denunciar los comportamientos delictivos - sí, he dicho delictivos- cuando los presenciamos en primera persona. Si cuando presenciamos un atraco o similar denunciamos, ¿por qué hemos de sentirnos mal al denunciar los delitos de tráfico?
Reconozco que anoche no me podía quitar de la cabeza lo sucedido y me enrabietaba pensar en las razones que pueden mover a quienes, inmunes lo sucedido, volverían a coger el coche yendo hasta arriba de todo. Es tarea de todos la lucha activa contra ellos para que no tengamos que seguir lamentando la pérdida de personas inocentes.
Mi más sentido pésame para todos los afectados.