sábado, 3 de diciembre de 2005

Galilea, qué fortuna la mía

Esta mañana,estaba yo detenido en un semáforo de la avenida Gertrudis Gómez de Avellaneda de Zaragoza. Iba acompañado por la radio, a bajo volumen. De repente, algo de eso que se ve por el rabillo del ojo ha llamado mi atención y he vuelto la vista hacia el coche del al lado. Al principio parecía que su ocupante, una chica de unos treinta años, me estaba diciendo algo. La chica iba sola. Tras unos instantes de confusión, me he dado cuenta de que lo que sucedía era que la conductora en cuestión iba cantando. Y lo bueno es que iba cantando la misma canción que sonaba en la radio: "Galilea".

Creo que ha sido la vez en mi vida que más cerca he estado de un concierto en "playback" y me ha hecho una ilusión tremenda. Seguro que Sergio Dalma se hubiera sentido orgulloso de la sentida interpretación. Qué fortuna la mía

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si es que la vida a veces se parece a un musical

Nacho Alastruey Benedé dijo...

Magnólico:

No sé qué decirte. Nunca he visto una discusión a varias voces como la de "Grease"