martes, 11 de julio de 2006

Generalizar

Siempre he pensado que los pequeños detalles son las autopistas que conducen a las grandezas. Por eso me encanta fijarme en las minucias y me deleito de especial manera cuando la vida me abofetea la tentación de generalizar.

Y es que a veces viene bien que un hecho puntual nos saque los colores y nos demuestre lo equivocados que estamos cuando olvidamos que cada ser humano es un mundo y que por eso, aunque nos empeñemos, no hay saco capaz de contener a más de uno de nosotros.

Hoy desde el Salto de Roldán recomendamos encarecidamente hacer el esfuerzo de evitar el recurso fácil de la generalización y saborear las cualidades, buenas y malas, de unos y otros y dedicamos especialmente este texto a mis ya amigos del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en Huesca, por demostrarme con hechos lo equivocado que he estado cuando he caído en el tópico de pensar que en este país cualquiera trabaja más y mejor que un funcionario público.

Ps.: Os dejo una pregunta en el aire: Entonces... ¿todos los que generalizan están equivocados?

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