miércoles, 19 de agosto de 2009

Óscar Pérez

(Fotografía sacada de la web de Peña Guara)

Quizás por mi condición urbanita, nunca he acabado de comprender las grandes expediciones montañeras debido al inherente riesgo que acarrean. En cualquier caso, es indudable que la montaña tiene un encanto especial que produce una sublime felicidad a quienes la abrazan de manera apasionada. Ese mismo embrujo puede llegar a convertir ese abrazo en eterno y duro, muy duro, cuando es la montaña quien decide elegir a sus compañeros de sueño profundo.

No conozco a Óscar Pérez ni estoy metido en el mundo del montañismo, pero
he seguido con enorme ilusión y admiración las tareas del frustrado rescate de Óscar. Ilusión - ya tornada en desilusión- por poder disfrutar de la noticia del éxito y admiración por todos aquellos que, coordinados por Peña Guara, se han volcado en una operación de rescate posiblemente sin precedentes.

Descansa en paz, Óscar.

Ps.: José Antonio Martín, Petón, también ha dedicado una columna a Óscar en el diario AS

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Actualización 20/08/2009

No os perdáis el conmovedor relato de Simón Elías, uno de los miembros del operativo de rescate:

- Un rescate desesperado I
- Un rescate desesperado II

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Actualización 25/08/2009:

- Un rescate desesperado III
- Un rescate desesperado IV
- Un rescate desesperado V

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