lunes, 22 de junio de 2015

¡¡Aupa Huesca!!

Mi primer recuerdo en el Alcoraz es mi padre, es mi hermano. Es la voz desesperada de Braojos rogando que no le pasaran el balón para no recibir un solo golpe más. Tiene el tacto frío y duro del cemento de la grada de preferencia y se ve medio cuadriculado a través del enrejado metálico. Sabe a las pipas y golosinas del domingo en la Nueva Librería y huele al puro que un anciano que se llamaba Arturo devoraba a dentelladas.

En la explanada del Alcoraz se aparcaba en línea y había que aguardar a que se moviera el coche de delante para poder emprender la ruta de vuelta a casa en compañía del infame olor de la calefacción del coche funcionando a todo trapo y del constante soniquete de los goles que se sucedían por toda la geografía mandando a hacer puñetas nuestros vaticinios quinielísticos.

Los Reyes Magos no tenían la equipación del Huesca y, aunque fueras del Madrid, te hacían inmensamente dichoso con la del Barcelona.  De aquella época no recuerdo ni un solo gol, ni un solo marcador, pero sí que tengo grabado a fuego un sentimiento inexpresable con palabras y difícilmente comprensible para quien no lo comparta. 

Braojos es ahora entrenador. La Nueva Librería cerró. No hay cemento en el Alcoraz. Ni vallas de metal. El domingo, mi padre verá el partido por la tele mientras yo, como todos los domingos, vuelvo a ser ese niño con la ilusión en el estómago y la piel de gallina al ver jugar al equipo de mi ciudad.

¡¡Aupa Huesca!! #VolveremosA2ª

2 comentarios:

Fernando Mur dijo...

Muy emocionante Nacho. Me identifico con lo que escribes ya que yo también vivido y vivo el Huesca como tú lo narras.

Nacho dijo...

Fernando:

Compartir esta afición con gente como tú todavía me hace disfrutar más.

:-)