En pleno éxtasis informativo acerca de un eclipse solar total del 11 de agosto de 1999, Paco vaticinó algo tan espectacular como un fin del mundo escenificado con la caída de la estación espacial rusa MIR sobre la Torre Eiffel de París.
Todavía recuerdo la guasa de algunos parisinos que se acercaron a la citada Torre a contemplar la penumbra del eclipse y gritaban "Paco, Paco" conforme pasaban los minutos.
El modisto tenía las de perder. Si hubiera acertado su predicción, no hubiéramos podido reconocérselo. Sin embargo, cuando el sol languideció ayer, mi mente repitió ese grito guasón: "Paco, Paco"

En la bitácora magnólica, tenéis otra visión del eclipse ;)
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