lunes, 27 de marzo de 2006

Macabeo

Tras la crítica del otro día, voy a volver a enchufar el generador de energía positiva para elogiar públicamente a un comercio oscense: Vinos Macabeo.

Mi padre colecciona miniaturas de botellas de licor. Recuerdo que, de pequeños, mi hermano y yo jugábamos con ellas como si nos las bebiésemos de trago. Personalmente, mi favorita era una que tenía una rodaja de naranja en la etiqueta y que yo imaginaba con un sabor dulce y "asugusado" (permitidme la patada al diccionario). Gracias a Dios los precintos hicieron bien su trabajo, porque no quiero imaginar las consecuencias que hubiera podido tener tamaña degustación.

El caso es que ahora, en las fechas especiales, no hay mejor manera de complacer a mi padre que comprándole una nueva miniatura para la colección. En Huesca no es fácil encontrarlas y por eso no hay palabras para agradecer el gesto que tuvieron el otro día en Macabeo consiguiéndome cuatro nuevos tesoros para la colección, gesto rematado con gran estocada cuando la persona que me atendió no quiso cobrármelas porque, según me dijo, a él se las había regalado un distribuidor.

No sé cuánto valdrían las botellas. En aquel momento, habría pagado lo que me hubieran pedido. Ahora, en frío, vuelvo a agradecer el detalle al tiempo que estoy seguro de que, por allí, me volverán a ver.

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