Circular por la calle Loreto de Huesca tiene su glamour. Aparte de poder disfrutar en Casa Mila de una de las mejores tapas de Huesca (la gamba rebozada), uno es consciente de que por ahí circulan ciudadanos con estatus presidencial. No se especifica de qué, así que pueden ser de comunidad de vecinos, de plaza de toros o de la república independiente de su casa. El caso es que, en cumplimiento de la legalidad establecida, son presidentes y eso, innegablemente, tiene su aquel.
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