domingo, 18 de diciembre de 2011
Una instantánea, infinitas historias
Desconozco el autor pero la fotografía que acompaña esta entrada lleva tiempo incrustada en mi escritorio en espera de ser convenientemente archivada.
En el centro de la imagen (julio de 2011), un ciclista en pleno esfuerzo (Alberto Contador) pierde los nervios ante la provocación de un espectador que, si mal no recuerdo, buscó sus segundos de gloria portando una macrojeringuilla de pega enfilada hacia Contador. A la derecha, un aficionado se aferra a la vera del ciclista ajeno a la incómoda situación que está viviendo el ciclista. A la izquierda aparece un puño tan tenso o más que el de Contador, no sé si mimetizándose con el golpe lanzado por el ciclista o en enrabiatado gesto de apoyo a la actividad deportiva del corredor. Detrás, el cámara de la televisión francesa capta la imagen de la escena provocando en nuestras casas innumerables exclamaciones, abruptas interrupciones de siesta y más de un salto del sofá.
Si hace seis años a partir de dos instantáneas inventábamos una historia, esta única fotografía nos permite imaginar infinitas.
Ps.: Si alguien conoce al autor de la fotografía, decídmelo ya que gustosamente citaré la fuente
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