No es habitual encontrarse en Huesca un lugar en el que tomarse un vermú sin salir con la sensación de que te han tomado el pelo. Sé que alguno se enfadará, pero es la realidad.
A veces tengo la sensación de que estamos ya resignados a pagar por las cosas más de lo que valen y, aunque a veces se impondría dejar la consumición encima de la barra, tragamos y asumimos los precios sin rechistar. Estamos mal acostumbrados.
Afortunadamente aún quedan algunos sitios que, a modo de aldea de Astérix, resisten la tendencia general y sorprenden. Es el caso de la Bodega Pirineos, sitio que desde aquí recomiendo (con especial mención para el vermú casero con sifón) para todos aquellos que no lo conozcan.
Ojalá en el futuro tenga que dedicar muchos artículos más a sitios que valgan la pena. De lo contrario, el vermú dominical oscense estará en peligro de extinción.
6 comentarios:
Me he sentido obligada a dedicarte una entrada en mi humilde habitación, la 101.
Saludos!
uy, fallos del guardar formularios. :(
de nuevo saludos
A lo mejor vienes de Granada que te ponen la tapa gratis...
Y si encima tiene varias tarifas (según el grado de amiguete) como en algún bar (con gentilicio nombre) de las cuatro esquinas de cuya madre si que me acuerdo...!
En Palencia hay un sitio que se llama nada menos que El Guarro, y de verdad que hace honor a su nombre, pero las tapas están tiradas y tienen el tamaño de bocadillos. Los de bacon y queso no son de este mundo.
Esserts:
Muchas gracias por el enlace. Tengo ganas de ir recomendando aquellas bitácoras a las que me estoy enganchando.
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Pistacho de tapeo:
En mi lista de viajes por realizar está Granada escrito con letras doradas. Y encima cerveza + tapa. Hmmmm
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Magnólico:
Visité el "Guarro" de Zaragoza y tengo entendido que hay otro garito con ese nombre en un pueblo cerca de Barbastro, Peraltilla (lo digo con muchas reservas , vaya a ser que meta la pata hasta el fondo...
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