Hoy hace ya ocho días desde que me lancé a la piscina de las bitácoras. Me apetece relataros algunas de mis primeras impresiones, al tiempo a que os animo a que construyáis todos vuestro pequeño rincón en Internet. Es fácil y no hay que tener grandes conocimientos informáticos, sólo ilusión e imaginación.
Lo cierto es que estoy gratamente sorprendido de las sensaciones que me está transmitiendo esta experiencia. Por un lado, me está sirviendo para tener la mente siempre alerta y fijarme en situaciones cotidianas que, en otro momento, me hubieran pasado desapercibidas. Esto, por pequeño que parezca, me da una gratificante sensación de aprovechar mejor el tiempo, de ganarle minutos al reloj. Me gusta.
Por otro lado, me doy por satisfecho en uno de los objetivos que me marqué: la bitácora me está demostrando que el mundo está lleno de gente buena e interesante y esto hace que, sin apenas darme cuenta, el tiempo que dedico diariamente a deambular por la red (me gusta más "deambular" que navegar) lo estoy reorientando a leer las reflexiones de gente, a la que en algunos casos ni siquiera conozco, pero que me está consiguendo transmitir sus sentimientos.
En el debe, he de decir que no he sido capaz, todavía, de evitar críticas anónimas desde mi foro, aunque en ningún caso creo que han sido lo suficientemente ofensivas como para que las tenga que borrar. Ojalá sea capaz de crear una atmósfera cómoda en la que todos os sintáis con la libertad de opinar desde el respeto, lo cual no significa ni mucho menos adulación.
También tengo una cuenta pendiente con Richard Chamberlain. Mejor dicho, con el libro de "El pájaro canta hasta morir" en cuya portada está el citado actor mirándome algo contrariado pues, desde la creación de esta bitácora, no me he acordado de él.
En definitiva, la experiencia es más que positiva y de corazón os la recomiendo para que la viváis en vuestras propias carnes. Muchas gracias a todos por seguir ahí.
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