martes, 3 de enero de 2006

Los últimos días del CD de audio


Ya que hace no mucho desde la bitácora de Huesca me acusaron de no mojarme, hoy he decidido lanzarme a la piscina y afirmo con rotundidad que los días de gloria del CD como formato para escuchar música han pasado a la historia. En mi opinión, los artistas y las discográficas deberían empezar de una vez por todas a buscar nuevas maneras de sacarnos los cuartos en vez de tanto patalear.

¿Por qué pienso que el CD audio está en decadencia? Principalmente porque a los que mandamos (los que escuchamos música o "robamos música" según la SGAE) ya no nos motiva escuchar un disco de un solo artista desde el principio hasta el final. Los usuarios hemos pasado de ser meros oyentes a querer construirnos nuestras propias compilaciones de canciones para cada momento y esa flexibilidad no la ofrecen los CDs de audio y sí otros dispositivos.

La solución para los artistas pasa en primer lugar por asumir la decadencia de este formato y dejarse de batallas absurdas. El famoso "top manta" se podría haber combatido reduciendo el precio de los CDs originales pero claro, era más sencillo gravar el precio de los CDs vírgenes (y hacer que cuando, por ejemplo, nos hacemos una copia de seguridad de nuestras fotografías o nuestros datos estemos pagando un impuesto revolucionario a la Sociedad General de Autores) o matarse los cascos inventando supuestos formatos "anticopia" (al final siempre sucumben) que rayan la ilegalidad (a los usuarios nos asiste el derecho a hacernos copias de seguridad de los discos por los que pagamos).


Creo, y lo digo de verdad, que los artistas tienen que cambiar el chip y olvidarse de la época en la que pagábamos 18 € por apenas 45 minutos de su música y apenas necesitaban unos pocos conciertos para vivir más que dignamente. Que asuman que cuanto más se descarguen sus canciones, a más gente llegará su obra y por consiguiente más gente querrá ir a sus conciertos. Tendrán que dar más conciertos, pero creo que esa es su profesión así que no debería molestarles.

Para terminar, y emulando a Mon, hablemos de dispositivos y deseos: aunque el preferido por la mayoría es el iPOD de Apple, yo le tengo echado el ojo al Philips GoGear HDD6330 Jukebox. Aparte de no querer que Magnólico me tilde de snob, el cacharro en cuestión lleva radio FM incorporada, cosa que echo de menos en los iPOD.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Todavía hay gente que identifica el tener música con comprar CD's, claro que hace 10 años lo identificaba con comprar vinilos. Cada vez menos. Se les puede "curar", basta con hacerles ver que lo que ellos quieren (música) es distinto de lo que las discográficas ofrecen (CD's que contienen música + marketing).


La música, la literatura, la cultura en general es información y por lo tanto, es posible (y recomendable) duplicarla a precio mínimo. Pero no le expliques esto al intermediario, o usará su dinero para pagar leyes que obliguen a que él siga existiendo.

Anónimo dijo...

Hay una de las cosas del precio de los cedés que me intriga especialmente y no es sólo que me parezca caro sino que cuesta 18 euros. Exacto, 18 euros, centimillo arriba o abajo, da igual que sea el nuevo de los Rolling, el del triunfito de turno o una recopilación de los mejores momentos del Dúo Dinámico. ¿Acaso cuesta lo mismo un Mercedes que un Fiat?. Yo no compro en los top manta pero me copio música y lo seguiré haciendo mientras el mercado no reaccione.
Otra cosa que no entiendo es lo del canon que se lleva la sgae en los vírgenes. De esta forma los autores siempre salen ganando mientras que el resto de gente que vive produciendo discos no ve un duro. Además yo pienso que al pagar ese dinero me están dando permiso para que me copie lo que quiera.
sn3

Anónimo dijo...

De hecho, tienes permiso para copiar lo que quieras. Copiar es legal, de lo único que los editores (en nombre de los autores) intentan convencerte es de que es inmoral, de que está muy feo, de que así se acabará la música y de que eso mismo pasó en Roma antes de que el imperio cayera. Pero la copia privada (y lo es siempre que no haya ánimo de lucro) es legal de momento en España.

Nacho Alastruey Benedé dijo...

Mon:

Nuevamente, creo que no se puede explicar más claro.
________

Sn3:

A mí me pasa lo mismo con lo del canon. Desde que lo pago, me apetece más rentabilizarlo y copiar música (que no CDs, porque últimamente como decía en el artículo, casi no escucho CDs de música).

Saludos!

Anónimo dijo...

Magnólico responde por alusiones.
De acuerdo en qeu el cd ha muerto.
me regalaron un ipod de esos enanitos ultraligeros y compactos, una cosa que de tan blanca y pura y snob como quiere ser no tenía pantalla para ver las canciones, que es un retroceso por el que acabaríamos volviendo al walkman o así.
Lo cambié por un mp3 normal y con el dinero que aún me devolvieron me compré parte del maravilloso estuche 30 aniversario de Born to run.
Feliz año!

Nacho Alastruey Benedé dijo...

Magnólico:

Venga, vuelve a responderme por alusiones:

Qué motivó el cambio, que el iPOD no tuviera pantalla o el miedo a ser acusada de snob por parte de la audiencia de tu bitácora?

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo en algunas de lo que se comenta en el post...

Mucha gente habla de los discos (me da igual en vinilo, cd o casette) como elemento promocional del directo, algo de esto se dice aquí, pero...
¿qué hay de la gente que no puede / no quiere dar conciertos? Los beatles por ejemplo decidieron dejar de tocar en directo cuando vieron imposible trasladar su música al vivo, consideraban el estudio de grabación como un instrumento más. A otros grupos directamente no les gusta dar conciertos, porque lo pasan mal o lo que sea (Mus, grupo asturiano que graba para Acuarela)

Algunos seguimos pensando en el disco como unidad, no todos son una colección de canciones, la secuenciación, el sonido, el tema, el artwork.... todo va junto (en los casos claros). No hace falta acudir a los "discos conceptuales", hay cientos de discos (principalmente a partir del 64 - 65, cuando el LP dejó de verse como recopilación de los temas que aparecían en los 7') en los que el conjunto es mucho más que la suma de sus canciones

Las compilaciones te las puedes hacer igual, la mixtape es todo una obra de arte (a "alta fidelidad", peli y libro me remito)

EN lo del canon, totalmente de acuerdo. (Casi todo el mundo que conozco empezó oyendo musica grabándose cintas de los discos de sus colegas, no sé si había canon en las casettes).

Respecto al precio... Si un cd costara de media 12 en vez de 18 (que tampoco pienso que sea el precio de referencia, casi todo lo que compro lo compro más barato), se venderían más discos?

Saludos

Nacho Alastruey Benedé dijo...

Anónimo:

En primer lugar, disculpa la tardanza en contestar, pero estos días no he tenido muchas ganas de conectarme por la noche y he tenido que esperar a hoy sábado para responder con tiempo.

Estoy de acuerdo en que en ocasiones un disco es más que un conjunto de canciones y es algo que siempre he defendido (junto con la bajada de precios) para luchar contra los canales de VENTA no autorizados.

Donde posiblemente no coincidamos es en el concepto de "disco total". Para mí un "disco total" es algo cuya copia no vale la pena. Me explico: Si un artista saca un disco incluyendo, por ejemplo, las letras de las canciones en un formato agradable o algunos otros extras que hagan sentir al comprador que "eso" que acaba de adquirir no es sólo un CD, está ofreciendo algo muy diferente a lo que se puede comprar en un mercado tipo "top manta".

Sin embargo, no nos engañemos. A mí me ha pasado en más de una ocasión gastarme un buen dinero en un CD original y encontrarme que el CD no pasa de ser eso, un conjunto de compilaciones al que se le añade un papelito de carátula. En esos casos, lo que puedas "comprar" o bajarte de internet es básicamente lo mismo.

Y eso por no hablar del "agradecimiento" que a veces hacen las discográficas a los que les dan de comer. ¿Cuántas veces ha pasado que sale un disco y a los pocos meses, debido al éxito, aparece una nueva edición incluyendo extras? ¿Es esa la manera de "premiar" a los primeros que fueron a la tienda a por el CD? Da la sensación de que a veces te invitan a no comprar, por lo que pueda pasar.

Otro ejemplo: El último CD de Antonio Vega: Para los que lo compraran en el Corte Inglés de Madrid (sólo de Madrid) había un libro de regalo (personalmente me resultaba muy atractivo). Sin embargo, si vives en otro lugar, tenías que pagar lo mismo y te quedabas sin el libro. Curiosa manera de favorecer a las tiendas de discos del resto del país, ¿no?.

Y con respecto al precio, yo lo tengo clarísimo: El tiempo vale dinero (cada uno que lo valorará a su manera). Creo firmemente que el precio de un CD en la tienda debería competir para que no valiese la pena invertir tiempo descargando, organizando, grabando e imprimiendo el CD que te bajas de Internet. Lo que pasa es que la industria obra de manera cobarde. Es más fácil protestar.

Saludos y muchas gracias por tu opinión.