sábado, 26 de agosto de 2006

Desterrando la desidia, adecentando la bitácora


Unas veces me he excusado por trabajo, otras veces por las vacaciones. Lo cierto es que al final, y casi sin darme cuenta la desidia se está haciendo con un poder muy peligroso en esta bitácora.

Por eso hoy he sacado los enseres de limpieza y me he puesto a adecentar este lugar en el que tantos buenos ratos he pasado (más si cabe, teniendo en cuenta que un lector anónimo me ha recordado la declaración de principios de los orígenes).

Así pues, escoba electrónica en mano, he borrado todos los mensajes de publicidad (que por cierto, eran bastantes) que había en la sección de comentarios y también he respondido vuestras intervenciones (creo que el récord está en un par de comentarios que llevaban 11 meses en el olvido).

Ahora que esto tiene mejor pinta, espero aprovechar la inercia. Señoras y señores, volvemos Desde el Salto de Roldán. ¡Permanezcan a la lectura!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece muy bien eso de la operacion limpieza. Cuando acabes puedes darte una vueltecica por casa. Prometo invitarte a unos huevos rotos...

Nacho Alastruey Benedé dijo...

[poniéndome un muellecico entre la barbilla y el cuello]

Sí, sí, sí, sí, sí, sí

En cualquier caso, aceptamos huevos rotos, mmmm

Capitán Lillo dijo...

Me alegro. Además tu costumbre de contestar a todo kiski es una cosa que deberíamos de aprender todos.

PD: Putos mensajes spam.

Nacho Alastruey Benedé dijo...

Capitán:

Lo de contestar a todos en el fondo es señal de que no escribe demasiada gente, jejej

De momento, voy a mantener los comentarios sin el rollo de la verificación de palabras para facilitar la tarea, pero como vuelva a tener un ataque de spam tendré que replanteármelo.

Saludos!