miércoles, 21 de septiembre de 2005

El nombre del blog

Mira que he pasado días dándole vueltas a la cabeza en busca de un buen motivo para crear una bitácora que me ilusionara escribir.

Como suele pasar en estos casos, basta que te pongas a buscar algo con mucho interés para que no sólo no lo encuentres sino que encima se te quiten las ganas. Me dijeron en una ocasión que si representas en el eje vertical el rendimiento y en el horizontal la motivación, llega un momento en el que la curva resultante se lanza cuesta abajo, vamos, que la sobremotivación es contraproducente.

En definitiva, que estando ya en capilla de desistir, se me ha ocurrido crear este blog. Y claro, había que ponerle un nombre.

Llegados a este punto, voy a tirar de diccionario, que siempre viste mucho:
ATALAYA:
Punto de vista desde el cual se pueden enjuiciar bien los hechos y las ideas. Torre para atalayar (observar). Hombre que vigila desde la atalaya. Altura propia para atalayar (observar)
Bueno, algo es algo, puedo decir que esta palabra define muy bien lo que querría que fuera esta bitácora. Sin embargo, me apetecía darle un matiz oscense, para ubicar mejor esa atalaya. Y eso es lo que me ha conducido a dos opciones:
  • Guara
  • Salto de Roldán
A decir verdad, me motivaba más el nombre de "Guara". Era más corto, más fácil de escribir y no me generaba los quebraderos de cabeza que me ha generado el otro (ya que saltoroldan, saltoderoldan no se pronuncian como debería y eso de poner guiones bajos o altos en el nombre no me acababa de convencer).

Nuevamente he recibido una ayuda inesperada, nada menos que desde Toronto, Ontario, Canadá. Allí a una chica (de la que puedo decir que tiene 19 años, es Leo y nació en el año del Tigre) montó el blog llamado "Guara" (http://guara.blogspot.com) creo entender (porque he leído entre líneas) para narrar sus experiencias en un juego de rol. Aunque tres días después claudicó, apuntaré en mi debe enviarle un mensaje de agradecimiento.

Fuera de broma cualquiera de los dos nombres me gustaba porque creo que son dos sitios preciosos. Ambos te dan un punto de vista privilegiado de la ciudad y a los dos sitios cuesta un pequeño esfuerzo llegar: A Guara porque (al menos desde Santa Cilia) la excursión es larga y a el Salto de Roldán porque, aunque se puede llegar en coche casi hasta la cima, pasar las grapas esas que hay (si digo clavijas alguno se puede ofender) siempre tiene su aquel.

El caso es que vale la pena lanzar la vista más allá del hueco entre nuestra nariz y la pantalla y mirar desde la lejanía. Si encima conoces lo que miras porque lo vives en la distancia corta, la visión es aún más reconfortante.

En definitiva, que busco (ojalá lo consiga), ser positivo. Porque no me quiero resignar a centrifugar en mi cabeza las cosas negativas. Porque cuando en Huesca está la niebla encasquillada y no sale el sol ni a tiros, te subes al tozal de Guara o al salto de Roldán y, además de encontrar el sol, la vista es más bonita que nunca

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenido a la fiebre del escribir en unos y ceros. Si te acuerdas, visítame.

Anónimo dijo...

me acuerdo de que el día que fuimos al salto de roldán volviste enfadado, y yo pensé que te caía mal. ¡hombres!

Nacho Alastruey Benedé dijo...

Nomeacuerdo:

Para ti el honor de hacer el primer comentario de esta bitácora. Algo de lo que sí pienso acordarme. :)

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Magnólico:

Sería el mal de altura. Ya se sabe...