viernes, 20 de enero de 2006

Chuachenaguer


Dentro de unas horas acudiré a ejecutar la sentencia sumarísima contra mi cordal inferior derecho. Que conste que en estas horas previas es cuando a uno le entra el tembleque y desearía conceder clemencia, casi olvidando los malos ratos que me ha hecho pasar. Todo por evitar el mal trago.

Supongo que ese sentimiento será humano. Por eso me pregunto si, en el caso de Chuachenaguer, la ficción supera a la realidad y más que un hombre es un terminator.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante la visita al dentista solo se decir una cosa... Animo Nacho !!!

Anónimo dijo...

Ánimo Nacho! Tienes que estar complétamente en forma antes de la próxima cena Walqiana. No te queremos ver a papillas mientras nos comemos el chuletón.

Nacho Alastruey Benedé dijo...

Cipri:

Bueno, la muela ya está fuera. Gracias por los ánimos. Me han alegrado las horas previas
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Franson:

Firmaría ahora mismo porque toda mi preocupación los próximos días sea no poder comer sólido.

¡Quiero mi bo-cadillo!
¡Quiero mi bo-cadillo!
¡Quiero mi bo-cadillo!