Nos
pregunta Nacho cómo es ser zaragocista aquí, en Huesca. La verdad es que, por
desgracia, últimamente es más cómodo que en épocas pasadas. Y decimos “por
desgracia” porque ayuda a esa comodidad el que nuestro equipo ha pasado de
despertar envidias y pequeños odios futbolísticos, a dar cierta pena, lo que
supone que nos compadezcan los que tiempo atrás se relamían de nuestras
heridas.
Pero
pese a esa cierta comodidad, vivimos un poco en la clandestinidad, es difícil
poder encontrar un lugar donde juntarnos. Por el tamaño de la Peña el tener un
local en alquiler es una quimera (nos ha tocado la lotería, pero solamente el
reintegro) y hemos ido dando pequeños tumbos por distintos bares como sedes “no
oficiales”, pero siempre llega un momento en el que no podemos ver a nuestro
equipo por el Messi o Cristiano de turno que coincide.
Un
par de veces al año salimos del armario y conseguimos juntarnos un buen número
de socios, invitando a amigos del entorno zaragocista y pasando buenas veladas,
u organizamos algún desplazamiento para seguir a nuestro equipo. Y gracias a
las redes sociales, comentamos el devenir de nuestro Real Zaragoza, normalmente
para compartir cabreos y consolarnos ante la marcha del equipo.
Nos
pasa a todas horas como al padre de aquel anuncio famoso del Atlético de
Madrid, la pregunta de “por qué eres del Zaragoza” flota permanentemente en el aire.
Muchos te lo preguntan con cara de “vaya,
si parecía buen chico”, o por dentro piensan “ya son ganas de complicarse la vida…” pero eso sí, cuando descubres
a otro fato zaragocista es un alegría indescriptible, solamente comparable a
cuando nos saludaban antiguamente por la megafonía de El Corte Inglés el día de
San Vicente o cuando te llega el turno de la patata asada en Puerto Venecia.
Y
lo que esperamos del partido del domingo, es un buen ambiente. Deportivamente
que sea un día para que se cumpla el dicho ese de “entrenador nuevo, victoria
segura”, que no haya heridos por asta de adoquín del Pilar ni por atropellos
del tranvía (Para la vuelta desearemos que ningún almendrón se pase la entrada
a Huesca y tenga que dar la vuelta casi llegando a Argüís, y que tampoco ninguno se quede atascado en la rotonda de la
ITV o la del Simply al ver que funcionan sin semáforos) y que todo transcurra
con la mayor calma posible, que luego el lunes si no vendrán a recordarnos de
qué equipo somos y donde vivimos.
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