Ya con Abraham rumbo a casa con su
madre y compartiendo unos licores llegados desde Italia y unas
almendras de "la baturrica", dedicamos un rato a conversar acerca de
todo lo que habíamos vivido ese día.
Con
el tono pausado que le caracteriza, Luca nos explicó que, con motivo de
la ceremonia de renovación de los votos de un novicio que tendría lugar
el día siguiente, había tenido una situación curiosa con unos jóvenes
etíopes. Según contaba, los jóvenes se habían interesado por conocer más
detalles acerca de los votos que iba a renovar el novicio. Y contaba
Luca que si bien no había tenido problema alguno para explicar los votos
de obediencia y castidad, le había resultado extremadamente complejo
que sus interlocutores comprendieran el voto de pobreza. Y es que, le
decían los jóvenes, los novicios y miembros de la Comunidad tenían un
buen hogar, podían comer todos los días e incluso disponían de automóvil
para desplazarse. ¿A qué pobreza se refería entonces el voto?
[Escrito el 17/11/2013]
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